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El fin de la prehistoria y el comienzo de la historia (Karl Marx) propia del ser humano (el humano es el zoon politikon decía Aristóteles) acontecerá en la medida en que el pan diario del pueblo esté asegurado sin depender de la confianza de los inversionistas de las grandes empresas que sus inversiones van a ser rentables. La seguridad básica de todos se logra en el plano económico por captar excedentes y traspasarlos (en varias maneras y formas) al gasto social; y en el plano moral por insistir que cada institución y cada persona tiene en principio el deber y misión de contribuir al bien común. El capitalismo actual ingobernable, injusto, e insostenible no conviene a nadie. Con mayor razón no conviene a los nietos ni a los bisnietos de nadie. Su superación es una masiva tarea educativa. La superación de la injusticia y la superación de la irracionalidad no puede ser simplemente una lucha contra los beneficiaros de la injusticia y de la irracionalidad -- porque en el fondo ellos no existen. Tiene que ser principalmente una lucha contra la ignorancia y la indiferencia.