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Otra vez enamoradaRaye MorganMarc Huntington llevaba años evitando que se vendiera la propiedad de su familia. Por suerte, vigilar a la competencia no le resultaba difícil: Torie Sands era tan bonita como misteriosaTorie había regresado a su antiguo hogar para limpiar el nombre de su difunto padre, no para enamorarse del enigmático Marc una vez más.Los secretos de los famososCharlotte PhillipsSoy Jen Brown, periodista, y te invito a compartir conmigo un proyecto de investigación: ¿puede una chica corriente cazar a un millonario de Chelsea si tiene el aspecto adecuado? Ese look supuestamente descuidado y resultón no es cosa de dos minutosTengo el apoyo del irresistible Alex Hammond, director de cine. Sus besos ardientes cuentan como ayuda, ¿no?Una novia desprevenidaJessica HartFrith Taylor se ponía a sudar solo de pensar que tenía que planear la boda más esperada del año, y no pudo rechazar la ayuda del administrador de la finca en la que trabajaba, George Challoner.George estaba haciéndola sentirse como no se había sentido nunca. Tal vez la boda de su hermana pequeña fuera solo la primera que iba a tener que planear

Otra vez enamoradaRaye MorganMarc Huntington llevaba aos evitando que se vendiera la propiedad de su familia. Por suerte, vigilar a la competencia no le resultaba difcil: Torie Sands era tan bonita como misteriosaTorie haba regresado a su antiguo hogar para limpiar el nombre de su difunto padre, no para enamorarse del enigmtico Marc una vez ms. Los secretos de los famososCharlotte PhillipsSoy Jen Brown, periodista, y te invito a compartir conmigo un proyecto de investigacin: puede una chica corriente cazar a un millonario de Chelsea si tiene el aspecto adecuado? Ese look supuestamente descuidado y resultn no es cosa de dos minutosTengo el apoyo del irresistible Alex Hammond, director de cine. Sus besos ardientes cuentan como ayuda, no?Una novia desprevenidaJessica HartFrith Taylor se pona a sudar solo de pensar que tena que planear la boda ms esperada del ao, y no pudo rechazar la ayuda del administrador de la finca en la que trabajaba, George Challoner. George estaba hacindola sentirse como no se haba sentido nunca. Tal vez la boda de su hermana pequea fuera solo la primera que iba a tener que planear